Tu no eliges el camino. Ni la gente. Simplemente eliges una dirección u otra. Todo lo demás llega solo, por simple inercia. Y de esta forma, un 18 de septiembre casi sin darte cuenta, te plantas en una ciudad en lo más profundo de Sicilia. No pasaron ni si quiera 24 horas, y ya me di cuenta de que había encontrado una nueva familia. Una familia que tarde o temprano se rompería sin más remedio, pero los momentos vividos no hay Dios que nos los quite.
Porque en cada sitio que estéis, en cada sitio que esté, cada momento que viváis, yo también los viviré.
La casa estaba vacía en la hora de la despedida, y sin embargo quedaban las cosas de nuestra vida. Acto seguido, ella desplomó sus brazos sobre la mesa, y seguidamente su largo cabello. Las horas del angustioso adiós habían llegado.
La casa estaba vacía en la hora de la despedida, y sin embargo quedaban las cosas de nuestra vida. Acto seguido, ella desplomó sus brazos sobre la mesa, y seguidamente su largo cabello. Las horas del angustioso adiós habían llegado.
El nudo en mi pecho, y la angustia que no se separa de mí, me impiden contar lo que sucedió después.
Sempre nel mio cuore.
No hay comentarios:
Publicar un comentario